
This is an authorized translation of an Eos article. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos.
Una estalagmita en una cueva de Yucatán ha proporcionado una nueva percepción del rol que la sequía puede haber jugado en los cambios sociopolíticos Mayas hace más de 1,000 años. Un análisis reciente de un proxy de precipitación en las tierras bajas Mayas reveló que varios episodios de sequía severa y prolongada durante el Período Clásico Terminal Maya (aproximadamente 800-1000 CE), un período en el que los grandes centros urbanos experimentaron cambios sociopolíticos importantes.
Los investigadores sugieren que, así como el cambio climático actúa como un multiplicador de amenazas hoy en día, la sequía puede haber amplificado los problemas existentes en los centros políticos Mayas como Chichén Itzá y Uxmal, añadiendo estrés climático a las sociedades que ya estaban bajo presión.
“Estos eventos climáticos habrían afectado a cada sitio individual de una manera muy específica dependiendo de la resiliencia de ese sitio en ese momento”, afirmó el investigador principal Daniel James, quien estudia la reconstrucción paleoambiental en la Universidad London College. “Esperamos que la precisión de este registro permita que [el análisis] se realice en sitios individuales … entonces podremos realmente comenzar a construir una imagen de lo que estoy seguro será una amplia variedad de respuestas sociales al cambio climático a lo largo del tiempo y a lo largo de la región”.
Sequías Extendidas Durante las Temporadas Húmedas
Durante el Período Clásico Terminal Maya, varias ciudades-estado Mayas en las tierras bajas del sur (en la actual México, Belice y Guatemala) experimentaron agitación sociopolítica, abandono de sitios y despoblación. Los centros políticos y culturales cambiaron hacia el norte. Aunque los cambios sociales están claros en el registro arqueológico, aún existe un debate generalizado sobre los posibles impulsores de estos cambios, así como por qué algunas ciudades-estado sobrevivieron, mientras otras no.

La sequía surge a menudo en estos debates como un potencial desestabilizador: las lluvias insuficientes o impredecibles pueden dar lugar a inestabilidades alimentarias, interrupciones comerciales, enfermedades e incluso conflictos militares. Sin embargo, estudios paleoclimáticos previos fallaron en precisar los momentos y la duración de las sequías en las tierras bajas Mayas durante el Período Clásico Terminal, dijo James.
James y sus colegas caminaron a una cueva llamada Grutas Tzabnah, en el estado de Yucatán, México, ubicada cerca de varios grandes sitios Mayas Clásicos, incluidos Chichén Itzá y Uxmal. Esta cueva ha sido buscada previamente para estudios de paleoclima de la región debido a su accesibilidad y las formaciones de cuevas bien conservadas. Además, Grutas Tzabnah es también una cueva relativamente poco profunda, lo que significa que el agua no tarda mucho en gotear en la cueva desde el nivel del suelo.
Los investigadores eligieron una estalagmita que ha estado creciendo por miles de años y muestra distintas capas de crecimiento anual. Esta estalagmita en particular creció rápido en las capas que datan del Período Clásico Terminal Maya, dijo James, entonces el equipo fue capaz de colectar 10-20 puntos de datos dentro de cada capa anual para determinar la precipitación subanual y estacional.

“Tú puedes ver temporadas húmedas y temporadas secas en nuestro registro, mientras que los registros previos de la misma cueva están viendo la precipitación media anual”, dijo James. “La precipitación de la temporada húmeda es la que determina el éxito o el fracaso de la agricultura, a diferencia del promedio anual”.
Ellos midieron la edad de las capas empleando datación radiométrica de uranio-torio y la cantidad de precipitación usando una relación isotópica estable de oxígeno, O dentro de la calcita. Las muestras de estalagmita que registraron un bajo O indican más precipitación, mientras que las O más altas indican menos precipitaciones. El equipo calibró sus cálculos paleoclimáticos con mediciones modernas de agua de lluvia y goteo de cuevas en unos pocos años para asegurarse de que podían convertir las mediciones de O de la estalagmita a precipitaciones.
De 871 a 1021, la estalagmita registró ocho sequías extremas durante las temporadas húmedas, cada una con una duración de al menos 3 años. Una sequía de 4 años que inició en 894 fue interrumpida por un solo año húmedo y fue seguida por otros 5 años de sequía de temporada húmeda. Unas décadas más tarde, la región había experimentado 13 años consecutivos de sequía en la temporada húmeda (929–942), más larga que cualquier sequía multianual de los registros históricos locales. Esta investigación fue publicada en Science Advances en agosto.
“La cronología hace de este uno de los registros de paleoclima más detallados disponibles para comprender las interacciones entre humanos-clima durante el período de colapso Maya.”
“Este nuevo estudio representa un avance significativo en nuestra comprensión de los patrones de sequía del Clásico Terminal, principalmente debido a su excepcional resolución temporal y robusto control de la edad con incertidumbres de solo unos pocos años”, dijo Sophie Warken, quien estudia los espeleotemas y variabilidad climática en la Universidad Heidelberg en Alemania y no participó en esta investigación.
“Este enfoque de alta resolución permite a los autores examinar el momento y la duración de los episodios de sequía individuales con mucha precisión, los cuales estudios previos solo pudieron identificar como amplios períodos de desecación”, agregó Warken. “La cronología hace de este uno de los registros paleoclimáticos más detallados disponibles para comprender las interacciones entre humanos-clima durante el período del colapso Maya.”
Una pieza del Rompecabezas
Mientras que este registro de precipitaciones es un gran avance, Warken dijo que le gustaría verlo verificado usando proxies adicionales como elementos traza, así como un período de calibración moderno más largo. También, a ella le gustaría ver este registro extendido antes y después del Período Clásico Terminal para evaluar si esas sequías fueron realmente excepcionales para la región.
“Estas redes paleoclimáticas ampliadas también podrían proporcionar importantes líneas de base para evaluar los cambios climáticos recientes y futuros en esta región vulnerable”, agregó ella.
A pesar de que las sequías prolongadas coinciden con los principales cambios sociales, James advirtió que esto no significa que la sequía causara estos cambios o que fuera incluso el factor más importante.
“Otras dificultades como la hambruna, la enfermedad y la violencia interna podrían haber sido causadas por la sequía o, de hecho, podrían haber existido previamente y haber hecho que la sociedad fuera más susceptible y menos preparada para las dificultades climáticas”, dijo James.
“Me encantaría que estos datos se utilicen para separar historias individuales de sitios individuales de resiliencia y supervivencia, así como también las historias de desintegración de sistemas y abandono y pérdida de población.”
Es importante destacar que la evidencia arqueológica sugiere que dos ciudades Mayas cercanas a esta cueva, Chichén Itzá y la capital regional de Uxmal, no declinaron al mismo ritmo (Uxmal declinó mucho más rápido). Comprender las presiones que experimentaron las dos ciudades, incluida la sequía, será clave para crear una imagen holística de cómo funcionaron las ciudades durante el Período Clásico Terminal.
“Mientras que el estrés climático probablemente jugó un papel importante en las transformaciones del Clásico Terminal”, dijo Warken, “la respuesta de los Mayas a la sequía fue probablemente mediada por las vulnerabilidades sociales, políticas y económicas existentes que variaron entre diferentes centros y regiones”.
“Esto podría deberse a lo bien gobernados que estuvieron, cuán rígido o flexible era su sistema político o qué tan buena era su gestión del agua en ese momento”, dijo James.
“Me encantaría que estos datos se utilicen para separar historias individuales de sitios individuales de resiliencia y supervivencia, así como también las historias de desintegración de sistemas y abandono y pérdida de población”, añadió.
—Kimberly M. S. Cartier (@astrokimcartier.bsky.social), Escritora Asociada
This translation by Solange Fiallos Ayala (@sol_fiallos_ec) was made possible by a partnership with Planeteando. Esta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando.
Text © 2025. AGU. CC BY-NC-ND 3.0
Except where otherwise noted, images are subject to copyright. Any reuse without express permission from the copyright owner is prohibited.